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Primavera, epoca de clima fresco y agraddable, donde las aves cantan, los animales se aparean y ¡vuelven las alergias!
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Sharrkan
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Sharrkan
por Sharrkan Miér Jul 24, 2013 3:38 pm
Apodo
no tiene
Nombre
Sharrkan
Edad que aparenta
sweet 16~ 26
Sexo
si tienes ganas… esta bien~ ….. Hombre
Tendencia sexual
Homosexual
Preferencia
Suke
Descripción Física
La altura de Sharrkan es de 1.80m, posee cabellos blancos que rodean su rostro y son más largos en la nuca mientras que el resto se levanta, dándole una apariencia desaliñada, sus ojos son alegres la mayoría del tiempo y la tonalidad oscura de su piel hacer resaltar el aqua de sus ojos. Su cuerpo es de complexión atlética, con músculos marcados en brazos, abdomen y muslos mas manteniendo una apariencia esbelta. Viste ropas bastante veraniegas, le gusta que se muevan y ‘fluyan’ por lo que usa telas o ropa con aires muy ‘arabes’ si no es que se pasea por ahí solo en taparrabos, no suele usar zapatos de vestir, prefiere las sandalias. Tiene piercings en las orejas y una delgada cadena dorada está unida a uno de ellos, usa la cadena como collar, dándole varias vueltas alrededor de su cuello y dejando colgar el extremo final por encima de su hombro.
Descripción Psicológica
De actitud pro-positiva, leal y alegre, es fácil el ver al albino sonreírle a todos, comportándose amable con las personas y con una conversación animada, mas no del todo culta, esto es debido a que Sharrkan nunca recibió una educación académica, por lo cual no sabe leer, escribir, ni una pizca de matemáticas y con ello el concepto del dinero. Servicial y motivado a satisfacer las necesidades de quien es considerado su ‘amo’, es incapaz de negarse a cualquier orden o petición del mismo, sin embargo, no es bueno captando el sarcasmo, ni las frases en doble sentido, es bastante directo e ingenioso, suele soltar comentarios poco convencionales de la forma más inesperada e inocente posible. Otro lado de su personalidad es que es bastante posesivo, se cela con cierta facilidad tiende a ocultarlo así como el resto de sus preocupaciones tras una amable sonrisa, ello con tal de no generar molestias. Al principio no muestra ningún interés por el sexo, más al recibir la más mínima señal por parte de su pareja, puede volverse alguien bastante seductor, ya que es un tema que no le resulta desconocido. Al pelear para defender a alguien, coloca en su rostro una sonrisa vacia, creando asi una expresión imposible de leer y logrando irritar a sus oponentes, ello facilitándole a Sharrkan el leerlos a ellos y vencerles.
Gustos
La comida dulce
El vino
El clima cálido
La sensación de arena bajo sus pies
Recibir cumplidos
Los lugares suaves
Aprender actividades nuevas
Practicar con su espada
El olor a maple
La cafeína
Odios
La comida pasada
El olor a encerrado
La violencia injustificada
Que su amo le ignore
Ser tachado de estúpido
Los insultos hirientes y con malicia
Los niños
Los gusanos
Las cucarachas
Historia
Padres, familia. Esos conceptos son desconocidos, al menos en sentimiento, para Sharrkan. Criado desde que tiene memoria como un luchador, lo más cercano a un padre fue aquel quien le enseño el arte marcial de cappoeira y el manejo de las armas ligeras ¿Por qué? Sencillo, desde el momento en que el albino llego a este mundo fue clasificado como esclavo, criado como esclavo y tratado como uno. Sin conocer otra forma de vida, viendo la sumisión y el abuso como algo normal de su día a día, Sharrkan fue utilizado como un esclavo de pelea en cuanto llego a la edad mínima requerida. Desempeñándose de forma satisfactoria en aquel ‘deporte’ clandestino, el albino se gano rápidamente el favor de su dueño, recibiendo de vez en cuando alguna muestra de ‘afecto’, comentarios motivadores y atención que no conllevaba golpearle para disciplinarle.
Era satisfactorio para él, el sentir que valía algo más que un mueble, pero aun asi no valia lo suficiente como una persona, la cadena alrededor de su cuello a todas horas era un constante recordatorio de ello, no importaba cuantas veces le felicitaran por ganar una pelea, no importaba cuantas veces pasara las noches en la cama de su dueño, mientras fuese de utilidad para esa persona y le hiciera ‘feliz’, valía algo y el mostrar una sonrisa. Mostrarse alegre la mayoría del tiempo era una forma de protegerse, una forma de no mostrar cuando estaba inseguro, en dolor o asustado, mientras sonriera, los demás no le prestarían más atención de la necesaria, ni le maltratarían por quejarse.
Inseguridad fue lo que le invadió el día que vio a su dueño muerto en la oficina, la sangre de aquel hombre bañando sus pies descalzos y el asesino al otro extremo del cuarto, con el arma en la mano y mirándole con fijeza. Por un breve momento, al verle apuntarle con aquella arma, pensó que su existencia terminaría, más lo único que escucho fue el disparo y sonido metalico de la cadena en su cuello romperse. Abriendo los ojos, sintiendo sus oídos retumbar, Sharrkan miro por encima de su hombro como la cadena que le ataba a la pared había sido rota con aquella bala. Sus ojos fueron de la cadena al cadáver, sujetando aquel lazo metalico con sus manos, se lo quito con cuidado. Era libre.
No habia ningún sentido en ir tras aquel asesino, su dueño estaba muerto por lo cual no recibiría ninguna orden, sin embargo al no sentir la cadena alrededor de su cuello, en lugar de sentirse liberado, se sentía vulnerable, expuesto. ¿Qué sentido tenía su existencia ahora? Sin pensarlo mucho, volvió a colocar la cadena alrededor de su cuello, sintiéndose asi más 'a gusto'
Confuso, comenzó a vagar por el mundo que se abría frente a sus ojos. Quizás ahora no tuviese un dueño, pero ello no quería decir que él no pudiese buscar uno y desempeñar nuevamente lo único que sabía hacer consigo mismo, servir a otro. Con aquella idea en mente, la sonrisa en su rostro se torno más genuina. ¿Cómo sería su nuevo amo? ¿Gentil? ¿Tierno? ¿Sería grande de estatura? ¿Muy listo? ¿Muy bobo? Fuera lo que fuera, seguramente seria mejor que su dueño anterior y pese a ello, Sharrkan buscaría hacerle feliz, tal vez de esa forma, quizás con aquel nuevo dueño podría encontrar su propia felicidad.
Esa era su meta, sobreviviendo muy apenas mientras vivía en las calles, repentinamente se vio rodeado de un grupo extraño, peligroso, y pese a que el albino se defendió lo mejor que pudo, debido a su mala alimentación y cansancio, termino cayendo ante ellos, siendo llevado a la fabrica en ruinas que es el Mercado Negro. Observando a su alrededor, el esclavo suspiro, su nuevo ‘hogar’ no era muy diferente a donde habia pasado su niñez, su único consuelo es que su estancia ahí, únicamente será temporal.
Objetos personales
la cadena dorada que lleva al cuello
una espada curva
sus piercings
Datos extra
Tiene una amplia cicatriz diagonal en su espalda. Le gustan los lugares abiertos
Imágenes
Información del físico
Sharrkan - Magi The Labyrinth Of Magic
no tiene
Nombre
Sharrkan
Edad que aparenta
Sexo
Tendencia sexual
Homosexual
Preferencia
Suke
Descripción Física
La altura de Sharrkan es de 1.80m, posee cabellos blancos que rodean su rostro y son más largos en la nuca mientras que el resto se levanta, dándole una apariencia desaliñada, sus ojos son alegres la mayoría del tiempo y la tonalidad oscura de su piel hacer resaltar el aqua de sus ojos. Su cuerpo es de complexión atlética, con músculos marcados en brazos, abdomen y muslos mas manteniendo una apariencia esbelta. Viste ropas bastante veraniegas, le gusta que se muevan y ‘fluyan’ por lo que usa telas o ropa con aires muy ‘arabes’ si no es que se pasea por ahí solo en taparrabos, no suele usar zapatos de vestir, prefiere las sandalias. Tiene piercings en las orejas y una delgada cadena dorada está unida a uno de ellos, usa la cadena como collar, dándole varias vueltas alrededor de su cuello y dejando colgar el extremo final por encima de su hombro.
Descripción Psicológica
De actitud pro-positiva, leal y alegre, es fácil el ver al albino sonreírle a todos, comportándose amable con las personas y con una conversación animada, mas no del todo culta, esto es debido a que Sharrkan nunca recibió una educación académica, por lo cual no sabe leer, escribir, ni una pizca de matemáticas y con ello el concepto del dinero. Servicial y motivado a satisfacer las necesidades de quien es considerado su ‘amo’, es incapaz de negarse a cualquier orden o petición del mismo, sin embargo, no es bueno captando el sarcasmo, ni las frases en doble sentido, es bastante directo e ingenioso, suele soltar comentarios poco convencionales de la forma más inesperada e inocente posible. Otro lado de su personalidad es que es bastante posesivo, se cela con cierta facilidad tiende a ocultarlo así como el resto de sus preocupaciones tras una amable sonrisa, ello con tal de no generar molestias. Al principio no muestra ningún interés por el sexo, más al recibir la más mínima señal por parte de su pareja, puede volverse alguien bastante seductor, ya que es un tema que no le resulta desconocido. Al pelear para defender a alguien, coloca en su rostro una sonrisa vacia, creando asi una expresión imposible de leer y logrando irritar a sus oponentes, ello facilitándole a Sharrkan el leerlos a ellos y vencerles.
Gustos
La comida dulce
El vino
El clima cálido
La sensación de arena bajo sus pies
Recibir cumplidos
Los lugares suaves
Aprender actividades nuevas
Practicar con su espada
El olor a maple
La cafeína
Odios
La comida pasada
El olor a encerrado
La violencia injustificada
Que su amo le ignore
Ser tachado de estúpido
Los insultos hirientes y con malicia
Los niños
Los gusanos
Las cucarachas
Historia
Padres, familia. Esos conceptos son desconocidos, al menos en sentimiento, para Sharrkan. Criado desde que tiene memoria como un luchador, lo más cercano a un padre fue aquel quien le enseño el arte marcial de cappoeira y el manejo de las armas ligeras ¿Por qué? Sencillo, desde el momento en que el albino llego a este mundo fue clasificado como esclavo, criado como esclavo y tratado como uno. Sin conocer otra forma de vida, viendo la sumisión y el abuso como algo normal de su día a día, Sharrkan fue utilizado como un esclavo de pelea en cuanto llego a la edad mínima requerida. Desempeñándose de forma satisfactoria en aquel ‘deporte’ clandestino, el albino se gano rápidamente el favor de su dueño, recibiendo de vez en cuando alguna muestra de ‘afecto’, comentarios motivadores y atención que no conllevaba golpearle para disciplinarle.
Era satisfactorio para él, el sentir que valía algo más que un mueble, pero aun asi no valia lo suficiente como una persona, la cadena alrededor de su cuello a todas horas era un constante recordatorio de ello, no importaba cuantas veces le felicitaran por ganar una pelea, no importaba cuantas veces pasara las noches en la cama de su dueño, mientras fuese de utilidad para esa persona y le hiciera ‘feliz’, valía algo y el mostrar una sonrisa. Mostrarse alegre la mayoría del tiempo era una forma de protegerse, una forma de no mostrar cuando estaba inseguro, en dolor o asustado, mientras sonriera, los demás no le prestarían más atención de la necesaria, ni le maltratarían por quejarse.
Inseguridad fue lo que le invadió el día que vio a su dueño muerto en la oficina, la sangre de aquel hombre bañando sus pies descalzos y el asesino al otro extremo del cuarto, con el arma en la mano y mirándole con fijeza. Por un breve momento, al verle apuntarle con aquella arma, pensó que su existencia terminaría, más lo único que escucho fue el disparo y sonido metalico de la cadena en su cuello romperse. Abriendo los ojos, sintiendo sus oídos retumbar, Sharrkan miro por encima de su hombro como la cadena que le ataba a la pared había sido rota con aquella bala. Sus ojos fueron de la cadena al cadáver, sujetando aquel lazo metalico con sus manos, se lo quito con cuidado. Era libre.
No habia ningún sentido en ir tras aquel asesino, su dueño estaba muerto por lo cual no recibiría ninguna orden, sin embargo al no sentir la cadena alrededor de su cuello, en lugar de sentirse liberado, se sentía vulnerable, expuesto. ¿Qué sentido tenía su existencia ahora? Sin pensarlo mucho, volvió a colocar la cadena alrededor de su cuello, sintiéndose asi más 'a gusto'
Confuso, comenzó a vagar por el mundo que se abría frente a sus ojos. Quizás ahora no tuviese un dueño, pero ello no quería decir que él no pudiese buscar uno y desempeñar nuevamente lo único que sabía hacer consigo mismo, servir a otro. Con aquella idea en mente, la sonrisa en su rostro se torno más genuina. ¿Cómo sería su nuevo amo? ¿Gentil? ¿Tierno? ¿Sería grande de estatura? ¿Muy listo? ¿Muy bobo? Fuera lo que fuera, seguramente seria mejor que su dueño anterior y pese a ello, Sharrkan buscaría hacerle feliz, tal vez de esa forma, quizás con aquel nuevo dueño podría encontrar su propia felicidad.
Esa era su meta, sobreviviendo muy apenas mientras vivía en las calles, repentinamente se vio rodeado de un grupo extraño, peligroso, y pese a que el albino se defendió lo mejor que pudo, debido a su mala alimentación y cansancio, termino cayendo ante ellos, siendo llevado a la fabrica en ruinas que es el Mercado Negro. Observando a su alrededor, el esclavo suspiro, su nuevo ‘hogar’ no era muy diferente a donde habia pasado su niñez, su único consuelo es que su estancia ahí, únicamente será temporal.
Objetos personales
la cadena dorada que lleva al cuello
una espada curva
sus piercings
Datos extra
Tiene una amplia cicatriz diagonal en su espalda. Le gustan los lugares abiertos
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